Sigo dentro de la normalidad, en mi día a día. No tengo prisa, ya llegaré donde sea que tengo que llegar. Reiré cuando tenga que reír, y olvidaré cuando tenga que olvidar.
Solo quiero, seguir así. Normal, tan normal que hasta me asusta.
Cuentos que un dia olvidaron contarme
Buenos noches mundo. Buenos días princesa
martes, 20 de septiembre de 2011
jueves, 1 de septiembre de 2011
Cansada.
Conozco las opiniones de todo el mundo acerca de lo que pienso sobre mi misma, y lo que realmente dicen ellos que soy yo.
Conozco cada parte del cuento de siempre: estas estupenda Zeta. Y las escucho con todo el respeto del mundo, y con toda la educación que mi madre me enseño. No rechisto, ni suelo quejarme, al menos ahora ya no. Aprendí a intentar creer aquello que todos me dicen.
Eso si, nadie se para a pensar en lo que yo opino, en lo que yo digo. Nadie se para a pensar que tal vez para mi mi vida no sea tan sencilla, y que si yo fuera de otra manera, todo sería mas fácil.
Es obvio que hay gente peor que yo, y que salen adelante y tal vez ellos no piensen tonterías. Pero, al igual que yo no vivo sus vidas, ellos tampoco viven la mía. Yo cargo con esto, y esto es de lo que me quejo.
No busco la piedad del otro, o no busco que alguien me tenga de modelo a seguir, solo busco que alguien sea capaz de escucharme con toda la mente abierta del mundo, sin tener miedo a recibir una reprimenda.
No me quiero, y según todo el mundo no estoy gorda. Me alegra saberlo, pero no me quiero.
Conozco cada parte del cuento de siempre: estas estupenda Zeta. Y las escucho con todo el respeto del mundo, y con toda la educación que mi madre me enseño. No rechisto, ni suelo quejarme, al menos ahora ya no. Aprendí a intentar creer aquello que todos me dicen.
Eso si, nadie se para a pensar en lo que yo opino, en lo que yo digo. Nadie se para a pensar que tal vez para mi mi vida no sea tan sencilla, y que si yo fuera de otra manera, todo sería mas fácil.
Es obvio que hay gente peor que yo, y que salen adelante y tal vez ellos no piensen tonterías. Pero, al igual que yo no vivo sus vidas, ellos tampoco viven la mía. Yo cargo con esto, y esto es de lo que me quejo.
No busco la piedad del otro, o no busco que alguien me tenga de modelo a seguir, solo busco que alguien sea capaz de escucharme con toda la mente abierta del mundo, sin tener miedo a recibir una reprimenda.
No me quiero, y según todo el mundo no estoy gorda. Me alegra saberlo, pero no me quiero.
lunes, 1 de agosto de 2011
Está tan pendiente de la carretera, tan concentrado en conducir y no equivocarse que apenas se da cuenta de la multitud de veces que le observo. Me fascinan esas caras que pone, incluso sus gestos cuando uno gira sin poner el intermitente, o cuando un conductor no decide en que carril quiere ir, y va circulando por los dos, es tan él en esos momentos. Me encanta cuando, en cuanto puede, y puede dejar libre la mano derecha, la apoya en mi pierna y la acaricia... o cuando en un semaforo me besa, aunque sea con los ojos abiertos, pendiente de que se ponga en verde.
Me encanta cuando dice mi nombre, aunque sea de manera autoritaria. Como se preocupa por mi, como me defiende.
No necesito nada mas de él. No le pido nada más, solo que esté, que no se vaya, que tenga paciencia cuando me ponga gruñona, o cuando me enfurruñe por tonterias. Solo quiero que sea él conmigo.
Porque me gusta tanto, cuando sin esperarlo me suena el movil, y se que es él. Esa sensación en el estomago, el cosquilleo, la sonrisita tonta... lo echaba tanto de menos.
Todavía me pongo nerviosa cuando me dice: baja, que estoy aquí. Bajo por las escaleras, rápido, y antes de salir por la puerta, cojo aire, me pongo en su sitio el pelo, y salgo, y ahí esta él, esperando, y siempre igual de guapo, y con esas sonrisa en la cara que enamora.
Hacía tanto que no me sentía tan libre, tan contenta y tan fresca, que creo que ni lo recuerdo. Hacía tanto que no me sentía ilusionada, alegre y entusiasmada. Mi vida dejo de ser la misma desde que apareció él así, sin avisar. Yo no he vuelto a ser la misma, y él es el culpable de que en mi cara, practicamente todos los días, se dibuje una sonrisa.
No tengo miedo a afrontarme a nuevos retos, o complicaciones en mi vida, al igual que no tengo miedo a mi pasado, porque está él, y se que no es lo único, pero es mi bote salvavidas favorito.
No cambio por nada, los momentos en los que en su coche, me tumbo encima de sus piernas y él, me toca el pelo diciendome esas cosas bonitas que tanto me cuestan de creer.
No cambio por nada, la tarde en mi sofa, escuchando esa canción... y no cambio por nada, la noche en Castellón.
Eso si, nunca cambiaría, ni cambiaré ninguno de los días que pase a su lado.
Porque cada beso y cada abrazo, son distintos, pero a la vez iguales. Porque te quiero, y no tengo miedo a decirlo.
sábado, 30 de julio de 2011
Un día, olvidaron decirme lo mucho que dolía recordar, pararte a pensar... hacer balance.
Olvidaron advertirme que cuanto más subes, más fuerte caes, al igual que olvidaron contarme, que la primera experiencia marca el resto de tu vida. Condiciona las próximas subidas y tu miedo, te impide disfrutar, y dejar que surja algo nuevo.
Te quedas anclada en un pasado abrumador, no consigues aclarar tus ojos para que sean capaces de observar con total claridad todo lo maravilloso que tienes delante de ti. Sigo amarrada a una correa, que me acerca tanto a lo que yo siempre ande buscando, pero que me aleja y me impide avanzar a todo ello.
Olvidaron advertirme que cuanto más subes, más fuerte caes, al igual que olvidaron contarme, que la primera experiencia marca el resto de tu vida. Condiciona las próximas subidas y tu miedo, te impide disfrutar, y dejar que surja algo nuevo.
Te quedas anclada en un pasado abrumador, no consigues aclarar tus ojos para que sean capaces de observar con total claridad todo lo maravilloso que tienes delante de ti. Sigo amarrada a una correa, que me acerca tanto a lo que yo siempre ande buscando, pero que me aleja y me impide avanzar a todo ello.
domingo, 24 de julio de 2011
Sus manos en mi espalda, se deslizan suave, sin hacer apenas ruido. Suben poco a poco, acarician mi cuello y yo me pierdo. Sus piernas rozan mis rodillas, sus pies juegan con los míos, sus susurros son música para mis oídos, y yo siento que me gustaría perderme en este momento para siempre.
Me hace libre, y después de mucho tiempo, no estoy asustada. Sigo con mis miedos, mi manías y delirios, pero al menos, siento que si me caigo, alguien, o eso espero, va a ayudarme.
Ya no me siento tan sola.
Me hace libre, y después de mucho tiempo, no estoy asustada. Sigo con mis miedos, mi manías y delirios, pero al menos, siento que si me caigo, alguien, o eso espero, va a ayudarme.
Ya no me siento tan sola.
martes, 19 de julio de 2011
miércoles, 13 de julio de 2011
Recuerda...
... Solo nos separan segundos. Porque todo puede reducirse a eso, a segundos.
Instantes pequeños en los que ocurre todo. Instantes que cambian tu vida. Que la pueden mejorar, o empeorar, pero al fin y al cabo, la cambian.
Instantes, que tal vez, solo sean eso, instantes... nada relevante ni importante, pero siguen siendo segundos de tu vida que se te escapan de los dedos.
Yo llevo sintiendo que mis segundos escapan desde hace minutos, semanas, meses, años... Estoy gastando segundos pensando y evocando un amor, que se que no puede volver a ser útil. Buscando, la manera de solucionar todo lo que ha ocurrido... y el porque de las cosas.
Necesito dejar de perder segundos y empezar a ganarlos...
Pero recuerdalo, recuerdalo siempre... solo nos separan segundos.
Instantes pequeños en los que ocurre todo. Instantes que cambian tu vida. Que la pueden mejorar, o empeorar, pero al fin y al cabo, la cambian.
Instantes, que tal vez, solo sean eso, instantes... nada relevante ni importante, pero siguen siendo segundos de tu vida que se te escapan de los dedos.
Yo llevo sintiendo que mis segundos escapan desde hace minutos, semanas, meses, años... Estoy gastando segundos pensando y evocando un amor, que se que no puede volver a ser útil. Buscando, la manera de solucionar todo lo que ha ocurrido... y el porque de las cosas.
Necesito dejar de perder segundos y empezar a ganarlos...
Pero recuerdalo, recuerdalo siempre... solo nos separan segundos.
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