Un día abrí un ojo, mire hacia arriba, al techo de mi cuarto y pensé:
''Es otro día más Azahar. Es otro día más Azahar. Tienes motivos para ser feliz. Tienes a tu familia dentro de lo que cabe, sana. Amigos que te quieren. Amigos que cuando llegues a Valencia van a estar esperándote. Estas viviendo en Castellón, estudiando lo que siempre quisiste estudiar. Tienes motivos para ser feliz, a pesar de que ahora solo veas las pocas cosas negativas que tienes en tu vida... ''.
Olvide pensar, ese día, en mi misma... en mis complejos y en las barbaridades que mi cabeza piensa cuando me miro al espejo, en las cosas que sueño, y recuerdo... En todo aquello que me hace daño. Olvide, eso si, olvidarme de ti. De tus garras, de tus fauces y de tu sucia sombra que destroza mis pensamientos felices y me hace ser una persona, simplemente, gris.
No quiero que estés cerca de mi cuando sonría, ni cuando me sienta libre, ni si quiera cuando derrame lagrimas, porque tu, tu eres lo más triste, que conocí nunca.
Quiero olvidarme de ti y de tus maldades. Y aprender a quererme, como antes, lo hacia.
Se les olvido contarme, que lo que me contaron iba a hacerme mas daño que bien.
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