Sigo dentro de la normalidad, en mi día a día. No tengo prisa, ya llegaré donde sea que tengo que llegar. Reiré cuando tenga que reír, y olvidaré cuando tenga que olvidar.
Solo quiero, seguir así. Normal, tan normal que hasta me asusta.

Cansada.

Conozco las opiniones de todo el mundo acerca de lo que pienso sobre mi misma, y lo que realmente dicen ellos que soy yo.
Conozco cada parte del cuento de siempre: estas estupenda Zeta. Y las escucho con todo el respeto del mundo, y con toda la educación que mi madre me enseño. No rechisto, ni suelo quejarme, al menos ahora ya no. Aprendí a intentar creer aquello que todos me dicen.
Eso si, nadie se para a pensar en lo que yo opino, en lo que yo digo. Nadie se para a pensar que tal vez para mi mi vida no sea tan sencilla, y que si yo fuera de otra manera, todo sería mas fácil.
Es obvio que hay gente peor que yo, y que salen adelante y tal vez ellos no piensen tonterías. Pero, al igual que yo no vivo sus vidas, ellos tampoco viven la mía. Yo cargo con esto, y esto es de lo que me quejo.
No busco la piedad del otro, o no busco que alguien me tenga de modelo a seguir, solo busco que alguien sea capaz de escucharme con toda la mente abierta del mundo, sin tener miedo a recibir una reprimenda.
No me quiero, y según todo el mundo no estoy gorda. Me alegra saberlo, pero no me quiero.

Está tan pendiente de la carretera, tan concentrado en conducir y no equivocarse que apenas se da cuenta de la multitud de veces que le observo. Me fascinan esas caras que pone, incluso sus gestos cuando uno gira sin poner el intermitente, o cuando un conductor no decide en que carril quiere ir, y va circulando por los dos, es tan él en esos momentos. Me encanta cuando, en cuanto puede, y puede dejar libre la mano derecha, la apoya en mi pierna y la acaricia... o cuando en un semaforo me besa, aunque sea con los ojos abiertos, pendiente de que se ponga en verde.

Me encanta cuando dice mi nombre, aunque sea de manera autoritaria. Como se preocupa por mi, como me defiende.

No necesito nada mas de él. No le pido nada más, solo que esté, que no se vaya, que tenga paciencia cuando me ponga gruñona, o cuando me enfurruñe por tonterias. Solo quiero que sea él conmigo.

Porque me gusta tanto, cuando sin esperarlo me suena el movil, y se que es él. Esa sensación en el estomago, el cosquilleo, la sonrisita tonta... lo echaba tanto de menos.

Todavía me pongo nerviosa cuando me dice: baja, que estoy aquí. Bajo por las escaleras, rápido, y antes de salir por la puerta, cojo aire, me pongo en su sitio el pelo, y salgo, y ahí esta él, esperando, y siempre igual de guapo, y con esas sonrisa en la cara que enamora.

Hacía tanto que no me sentía tan libre, tan contenta y tan fresca, que creo que ni lo recuerdo. Hacía tanto que no me sentía ilusionada, alegre y entusiasmada. Mi vida dejo de ser la misma desde que apareció él así, sin avisar. Yo no he vuelto a ser la misma, y él es el culpable de que en mi cara, practicamente todos los días, se dibuje una sonrisa.

No tengo miedo a afrontarme a nuevos retos, o complicaciones en mi vida, al igual que no tengo miedo a mi pasado, porque está él, y se que no es lo único, pero es mi bote salvavidas favorito.

No cambio por nada, los momentos en los que en su coche, me tumbo encima de sus piernas y él, me toca el pelo diciendome esas cosas bonitas que tanto me cuestan de creer.

No cambio por nada, la tarde en mi sofa, escuchando esa canción... y no cambio por nada, la noche en Castellón.

Eso si, nunca cambiaría, ni cambiaré ninguno de los días que pase a su lado.

Porque cada beso y cada abrazo, son distintos, pero a la vez iguales. Porque te quiero, y no tengo miedo a decirlo.  

Un día, olvidaron decirme lo mucho que dolía recordar, pararte a pensar... hacer balance.
Olvidaron advertirme que cuanto más subes, más fuerte caes, al igual que olvidaron contarme, que la primera experiencia marca el resto de tu vida. Condiciona las próximas subidas y tu miedo, te impide disfrutar, y dejar que surja algo nuevo.
Te quedas anclada en un pasado abrumador, no consigues aclarar tus ojos para que sean capaces de observar con total claridad todo lo maravilloso que tienes delante de ti. Sigo amarrada a una correa, que me acerca tanto a lo que yo siempre ande buscando, pero que me aleja y me impide avanzar a todo ello.

Sus manos en mi espalda, se deslizan suave, sin hacer apenas ruido. Suben poco a poco,  acarician mi cuello y yo me pierdo. Sus piernas rozan mis rodillas, sus pies juegan con los míos, sus susurros son música para mis oídos, y yo siento que me gustaría perderme en este momento para siempre.  
Me hace libre, y después de mucho tiempo, no estoy asustada. Sigo con mis miedos, mi manías y delirios, pero al menos, siento que si me caigo, alguien, o eso espero, va a ayudarme. 
Ya no me siento tan sola. 

'' Si tu te vas no queda nada, sigo cantando con la luz apagada, porque la guerra me quito tu mirada... ''

Recuerda...

... Solo nos separan segundos. Porque todo puede reducirse a eso, a segundos.
Instantes pequeños en los que ocurre todo. Instantes que cambian tu vida. Que la pueden mejorar, o empeorar, pero al fin y al cabo, la cambian.
Instantes, que tal vez, solo sean eso, instantes... nada relevante ni importante, pero siguen siendo segundos de tu vida que se te escapan de los dedos.
Yo llevo sintiendo que mis segundos escapan desde hace minutos, semanas, meses, años... Estoy gastando segundos pensando y evocando un amor, que se que no puede volver a ser útil. Buscando, la manera de solucionar todo lo que ha ocurrido... y el porque de las cosas.
Necesito dejar de perder segundos y empezar a ganarlos...
Pero recuerdalo, recuerdalo siempre... solo nos separan segundos.

¿Qué pasaría si el mundo terminase ahora? ¿Qué me dirías para consolarme?¿Qué harías para calmar mi miedo?¿Me besarías?¿O me dirías adiós?


Si tienes que decirme adiós... hazlo, lo comprenderé. Estaré para ti, igual que tu lo estuviste para mi cuando tanto te necesite. 
Quieres alejarte, lo comprendo, lo hago y no me cuesta. Pero por favor, si termina el mundo, búscame, vuelve... te necesitaré, como un día ya lo hice. 


Yo estoy aquí, esperando, con mis reinas, mis princesas, y mis príncipes. Aquí estaré, valiente, como siempre ante el mundo que se desploma bajo nuestros pies. Aquí, donde siempre, donde te fuiste para olvidarme. Donde te fuiste para olvidar.
Vuelve a por mí, pero vuelve. Necesito verte, oírte, sentirte y abrazarte. Aunque sea de manera fugaz. Aunque aparentemente no te necesite. Aunque estés lejos, el camino sea largo, y yo poca cosa. Vuelve porque esta pequeña princesa que se quedo sin corona un 25 de enero te espera, para que, entre tus brazos le digas, que hay mas sapos en el reino a los que besar. Que hay mas coronas que ganar. Que luchaste por mi, que lo sigues haciendo aun estando lejos. 


Necesito oír tu voz. Notar tus latidos. Imaginar que sigues en este mundo, que yo no paro de sentir que se termina. Necesito saber que el cielo es taaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaán azul como dicen. Y que los arcoiris no tienen ni principio ni final, que son infinitos. Que las oscuras golondrinas vuelven cada año, y que has ido a ver  curro el palmo dando palmas, cantando sus males por celestiales... 


Necesito que me cuentes tantas cosas, y estas tan lejos. Necesito que me hagas sabia, y que me sermones como el padre que ibas a ser y no te dejaron. Necesito verte o al menos... 


Ven a buscarme cuando todo acabe. 

Si no las ves, imagínalas.

- ¿Has visto las estrellas? 
- Hoy no hay estrellas... 
- Que sea de día no implica que no las haya. 
- Bueno, pero no se ven. 
- Puedes imaginarlas...
- Además, en la ciudad no suelen verse las estrellas. 
- Tienes razón, yo no soy de ciudad...

No vas a tenerlo tan fácil

Han habido cosas en mi vida que no te hubiera gustado ni que te las nombraran, imaginate vivírlas. Te piensas que esto es suficiente para destrozarme de la manera en la que lo haces... pero te estas equivocando. Soy una luchadora. Luche durante toda mi vida, para conseguir cualquier cosa, para no caer rendida. Por ti, por ti no voy a desperdiciar ni una lagrima mas. Me niego en rotundo. Porque si, claro que se cometen errores, y muy graves... y mas los míos, pero, soy humana, y no soy perfecta. Tu no paras de cometer errores, y no te obligo a remendarlos. 
Pero esto, esto no va a terminar conmigo, al igual que yo no voy a terminar con nada. Si algo aprendí, es a luchar por lo que uno quiere. De acuerdo, lucharé hasta que no quede nada que hacer, tenlo en cuenta, que necesitas algo mas que esto, para terminar conmigo y mis ilusiones. Conmigo y con mis sueños. Conmigo y con mis sentimientos. 
Porque puedes olvidarme, porque puedes cambiar de opinión, pero sabes que yo siempre voy a estar ahí. Sabes todo lo que arriesgue por este sentimiento. Por seguir mis principios, porque quería y quiero quererte, pero TU no me lo pones fácil. 


Aunque luche yo sola... VOY A LUCHAR te guste o no. 

Yo no puedo ser tan fuerte.

Yo no puedo con esto. No puedo estar entre un mar de dudas, porque me ahogo en ellas. Porque olvide nadar y olvide ponerme un chaleco salvavidas.
No puedo respirar entre tanta gente, no puedo ver a través de tantas brumas. No puedo mas.
Quiero que esto termine, para bien o para mal. Si vas a hacerlo, hazlo ya, termina esto, por favor... Si quieres olvidarme, hazlo. Si quieres hacerme daño, hazlo. Si quieres hacerme llorar, hazlo. Pero haz algo.

Y hoy te lo digo, sin complejos ni miedos, porque puede que te haya perdido.

Llega un momento, bueno o malo, en el que te das cuenta de todo lo que esta pasando. Un momento en el que despiertas y dices: '' Debo centrarme, parar y pensar las cosas...''. Y hoy, ahora, escribo esto, totalmente consciente de que puede ser lo último que escriba sobre él y sobre mi, sobre nosotros. Y aunque no sea el día más indicado por todo lo que ha pasado, y aunque el ni siquiera quiera leerlo, yo necesito decirlo: Te quiero.
Y no es un te quiero cualquier, un te quiero de los de antes. No. Es un te quiero que se queda corto. Es un te quiero que sé, que se queda aquí, porque se el daño que ocasiono a esa persona. Porque se, que esto es un adiós, pero aun así, no va a ser tan fácil, porque yo, no me voy a rendir.


Olvidasteis contarme, que cuando todo a tu alrededor te dice: ''Azahar, no salgas esta noches, quedate en casa... '', hay que hacerle caso. El destino es sabio. Y mi destino se que no fue el de esa noche.

Ellos

Sinceridad II.

Se me olvido preguntarle muchas cosas ese día. Al igual que se me olvido advertirle de mis ansiosas ganas de saber. De conocer los pensamientos de los demás. De mi ''TOC'' por saber que quiere decir cada palabra, o cada expresión, cada guiño.
Es horrible que tu cabeza no pare de dar vueltas y no sea capaz de concentrarse en lo que tiene que concentrarse.
Olvide advertirme a mi misma, que esto sería muy posible que pasara, y aun así me pillo desprevenida. Sabía que pasaría, porque conozco a ese tipo de personas. Pero aún así no me esperaba esta reacción de mi cabeza, ni esta reacción en mi.
¿Qué me pasa?, se me olvida, olvidar preguntármelo y vivir mas la vida, ya que yo se que él, no se lo pregunta ni la mitad de veces que me lo pregunto yo.


Soy muy paranoica, me estoy empezando a dar cuenta ahora...

Sinceridad.

Si tu me dices: 


''Azahar, se me sincera, dime las cosas aunque me duelan. Dime todo lo que sientes, aunque me duela. Cuéntame que se te pasa la cabeza. Que esperas de todo lo que esta ocurriendo y que buscas con él...'' 


No olvides, que estas preguntando tu, que tu eres el que quieres saber esas respuestas. Que eres tu el que vas a sufrir y no yo. Por que yo estoy siendo sincera. Por que yo estoy haciendo lo que me pides. 

Dibuja una sonrisa para el mundo.

Disfruta que la vida son dos días y vamos por el segundo... Dibuja una sonrisa para el mundo. Divisa la felicidad de la gente y comprende, que si algo duele nada es para siempre. Así que vive y se feliz.


Y SI SE ACERCAN TIEMPOS DE TORMENTA Y VIENEN NUEVES NEGRAS NO TE HUNDAS, NO, APRENDE A BAILAR BAJO LA LLUVIA.


http://www.youtube.com/watch?v=0RGECWxzk30&feature=player_embedded#

...

Gracias por hacer que mis sonrisas tengas algún sentido. 

Felicidad.

Uf, lejano sentimiento el que busco. Pero lo encontraré, porque soy fuerte como para hacerlo. Porque no voy a hundirme, porque decidí echar a volar cogida de tu mano o sin ti, pero volveré a sonreír. 

Quererse.

Un día abrí un ojo, mire hacia arriba, al techo de mi cuarto y pensé: 


''Es otro día más Azahar. Es otro día más Azahar. Tienes motivos para ser feliz. Tienes a tu familia dentro de lo que cabe, sana. Amigos que te quieren. Amigos que cuando llegues a Valencia van a estar esperándote. Estas viviendo en Castellón, estudiando lo que siempre quisiste estudiar. Tienes motivos para ser feliz, a pesar de que ahora solo veas las pocas cosas negativas que tienes en tu vida... ''.


Olvide pensar, ese día, en mi misma... en mis complejos y en las barbaridades que mi cabeza piensa cuando me miro al espejo, en las cosas que sueño, y recuerdo... En todo aquello que me hace daño. Olvide, eso si, olvidarme de ti. De tus garras, de tus fauces y de tu sucia sombra que destroza mis pensamientos felices y me hace ser una persona, simplemente, gris. 
No quiero que estés cerca de mi cuando sonría, ni cuando me sienta libre, ni si quiera cuando derrame lagrimas, porque tu, tu eres lo más triste, que conocí nunca. 


Quiero olvidarme de ti y de tus maldades. Y aprender a quererme, como antes, lo hacia. 


Se les olvido contarme, que lo que me contaron iba a hacerme mas daño que bien. 

Decisiones.

Cuando era pequeña, mi madre me dijo: 

''Azahar, cariño, cuando tomas decisiones, hay veces que afectan a mas de un alma humana, incluso a mas de un sentimiento humano. No se si me explico, se que tienes siete años, y no puedes llegar a entenderlo pero, cuando te hagas mayor sabrás de lo que hablo... tendrás que tomar decisiones duras, complejas y a veces necesarias para tu propia felicidad y que afectara a la felicidad de los demás... '' 

Hoy, descubro mi primera decisión compleja, dura y necesaria para mi propia felicidad... para mi propio porvenir. Hoy digo adiós a todo un mundo de posibilidades que una persona maravillosa estaba dispuesta a brindarme. Hoy le hago daño a esa persona, de la manera mas despiadada, y fría. Hoy jugué con sus sentimientos sin ni siquiera darme cuenta... 

Hoy decido que he cambiado, que no soy la misma niña a la que su madre le decía ''ten cuidado con los caminos que elijes, y con las personas que dejas y llevas contigo... '', al igual que soy diferente a la chica de hace dos semanas que estaba totalemente ilusionada con una nueva vida a su lado... Ahora me dí cuenta, de que no puede obligar a tu corazón a sentir... 

Se les olvido contarme, lo mucho que dolía decir esas palabras, y lo mucho que dolía escucharlas... 

Cuando todo comenzó.

Ese día en el que él se marcho, en el que él dijo adiós... Ese día olvidaron decirme:


 ''Azahar, mi vida, esto va a dolerte por el resto de tus días y de tus noches. Es un vacío que nadie va a conseguir ocupar. Un vacío que provoca un dolor capaz de partirte en dos. Capaz de robarte cada soplo de tu aliento. Ten cuidado, se fuerte... podrás con ello.'' 


Cuando él se fue, yo perdí parte de mi inocencia. Perdí parte de todo aquello a lo que yo llame: tiempo feliz. Entonces, comenzó todo lo que olvidaron contarme...